Se denomina fibra textil a los materiales compuestos de filamentos y susceptibles de ser usados para formar hilos o telas, bien sea mediante tejido o mediante otros procesos físicos o químicos.
Término genérico aplicado originalmente a las telas tejidas, pero que hoy se utiliza también para fibras, filamentos, hilazas e hilos, así como para los materiales hilados, a fieltrados o no tejidos y tejidos, acolchados, trenzados, adheridos, anudados o bordados que se fabrican a partir de los mismos. También se usa para referirse a las telas no tejidas producidas mediante la unión mecánica o química de fibras. La palabra textil es un adjetivo que viene del latín "textiles". Se aplica a toda clase de entrelazamiento de urdimbre y trama o tejido, ya sea plano o elástico.
Hasta el siglo XX las fibras más utilizadas para los tejidos eran las naturales: el algodón y el lino que provienen de plantas, y la lana y la seda, que son fibras de origen animal. Posteriormente, y con el descubrimiento y desarrollo de los polímeros plásticos, se generalizó el uso de fibras artificiales que tienen origen natural y sintéticas de composición únicamente química, como el nylon y el poliéster.
En general las fibras están compuestas por polímeros de alto peso molecular, en que la forma de la molécula es alargada. La clasificación concreta de las fibras textiles se dividen en tres áreas (Gina estudia): 1) Las de origen natural (entre estas la vegetal, animal y mineral) 2) las semisintéticas (por ejemplo la viscosa) 3) las sintéticas (poliésteres (PES), PA6, PA66) De origen animal:
Lana: Merino, Corriedale, Lincoln, Romey Marsh.
Pelos: Cabra, Camélidos, Angora.
Seda: Bombyx mori, Tus sah.
De Origen Vegetal: Fruto: Algodón, Coco, Kapoc.
Tallo: Lino, Yute, Cáñamo, Ramio.
Hoja: Henequén o Sisal, Fermio, Abacá, Esparto.
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